En el dinámico tablero político de Ecuador, la reciente victoria de Daniel Noboa como presidente reelecto y de María José Pinto como vicepresidenta representa mucho más que un triunfo electoral: marca el surgimiento de un nuevo nicho para la consultoría política en América Latina. Hasta hace poco, el rol de la vicepresidencia era considerado secundario, pero la campaña de Pinto demostró que, cuando la estrategia lo permite y se confía en el potencial de los complementos ideales, este cargo puede convertirse en el factor decisivo para conquistar microsegmentos clave, amplificar mensajes y expandir el alcance de la fórmula presidencial.
El éxito de esta campaña no es obra de la casualidad, sino el resultado de la visión conjunta de un equipo transnacional, multidisciplinario y altamente estratégico. Bajo la dirección general de Pedro Villota, el equipo supo explotar las fortalezas de cada integrante, respetando los espacios y aportando desde la experiencia, la innovación y una extraordinaria capacidad de adaptación al contexto cambiante del país. La consultora mexicana Espora, liderada en campo por Sayuri Fiallo, fue responsable de la estrategia digital y de la implementación de una metodología probada: la microsegmentación basada en estudios de antropología digital. “El éxito de este equipo siempre ha sido explotar las fortalezas de cada uno y respetar los espacios; cada uno sabe lo que tiene que hacer y lo hace”, señala Villota, subrayando el valor del trabajo colaborativo.
Lejos de competir con la campaña presidencial de Daniel Noboa, la estrategia digital de María José Pinto buscó sumar, complementar y conectar con aquellos segmentos que no se sentían plenamente representados. El aporte de Espora fue identificar y acercar a diferentes micro y nano segmentos digitales que se identificaban como “sin opinión política”, así como convertir a segmentos críticos de otros partidos, creando puentes donde antes solo había brechas y logrando que la fórmula presidencial resonara en nuevas audiencias. Para María José, “cuando un equipo cree, sueña y trabaja unido, se empieza a cambiar la historia”.
La autenticidad y cercanía de la candidata, construida junto a Roberto Rodríguez en imagen y comunicación, fue clave para este posicionamiento. “Mantuvimos el arquetipo siempre, María José tuvo en mente que sería VP y eso cambió todo”, explica Rodríguez. Esa convicción se reflejó en momentos decisivos de la campaña, como el cierre en Guayaquil: tras un discurso vibrante, María José preguntó a su equipo si lo había hecho bien. La respuesta fue inequívoca: más que excelente, vicepresidenta. Estos detalles, a menudo invisibles para el público, son reflejo de la conexión y confianza interna que marcó la diferencia.
El resultado es contundente: el posicionamiento de María José Pinto en la opinión pública es hoy una referencia regional. Su historia abre la puerta a un nuevo modelo de consultoría política, donde la vicepresidencia, cuando es concebida estratégicamente, puede ser un activo electoral capaz de sumar votos, legitimar el proyecto y conectar con audiencias desatendidas. Es una lección para América Latina y para consultores en todo el mundo: las fórmulas presidenciales exitosas no solo equilibran, sino que multiplican.
La experiencia de Espora, con su trayectoria en campañas como la de Claudia Sheinbaum en México, confirma que la consultoría política evoluciona hacia equipos multidisciplinarios y estrategias donde la vicepresidencia deja de ser una figura decorativa para convertirse en un agente clave de victoria. El caso María José Pinto demuestra que la política puede y debe reinventarse, apostando por la suma, la complementariedad y la inteligencia colectiva. Hoy, quienes buscan transformar la política tienen un nuevo referente y un mensaje claro: sabemos hacerlo.
Y si buscas el siguiente cambio, ya sabes dónde encontrarnos.
Resumen y contexto
Resumen (clic para ver)
En el dinámico tablero político de Ecuador, la reciente victoria de Daniel Noboa como presidente reelecto y de María José Pinto como vicepresidenta representa mucho más que un triunfo electoral: marca el surgimiento de un nuevo nicho para la consultoría política en América Latina. Hasta hace poco, el rol de la vicepresidencia era considerado secundario, pero la campaña de Pinto demostró que, cuando la estrategia lo permite y se confía en el potencial de los complementos ideales, este cargo puede convertirse en el factor decisivo para conquistar microsegmentos clave, amplificar…












