Amazonía: bosques que protegen la salud humana
Un estudio reciente de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) evidencia que preservar la biodiversidad amazónica no solo ayuda a mitigar el cambio climático, sino que tiene un impacto directo en la salud de las personas. La investigación, que abarcó 1.733 municipios —más del 74 % del Amazonas—, indica que los bosques en territorios indígenas limitan la propagación de 27 enfermedades, desde afecciones respiratorias hasta dolencias transmitidas por vectores y animales.
Publicado en Communications Earth & Environment, el estudio analizó datos de 20 años sobre 27 problemas de salud en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Surinam, Venezuela y la Guayana Francesa. De estos, 21 se relacionan con incendios forestales y seis con enfermedades zoonóticas. Se estima que 2,7 millones de indígenas habitan principalmente dentro de territorios que cubren unos 2,4 millones de los casi 7 millones de km² de la región amazónica.
Bosques: aliados contra enfermedades
La investigación subraya que la densidad forestal es determinante para las tasas de enfermedad. Las zonas con más del 45 % de cobertura forestal en territorios indígenas registran menores niveles de enfermedades asociadas al fuego, como neumonía, y zoonóticas, como malaria.
“Los bosques son un bálsamo frente a amenazas relacionadas con el fuego que afectan pulmones y corazón, así como frente a enfermedades como chagas, malaria y fiebres maculosas”, afirmó Paula Prist, investigadora de la UICN. Según Prist, garantizar derechos sólidos a las comunidades indígenas sobre sus tierras es la forma más efectiva de conservar los bosques y sus beneficios sanitarios.
El estudio también vincula la deforestación con el incremento de enfermedades tropicales desatendidas, muchas de ellas sin tratamientos accesibles o efectivos.
Incendios forestales y salud
La pérdida de biodiversidad se agrava con los incendios, en muchos casos provocados, cuya frecuencia y extensión se intensifican por el cambio climático. La exposición al humo incrementa riesgos de problemas respiratorios, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfisema, cáncer de pulmón, bronquitis y asma. La investigación detectó una relación directa entre los incendios y el aumento de hospitalizaciones en la región amazónica.
Fuente: El País

