Por casi tres horas, los ocho aspirantes a La Moneda se midieron en el primer debate presidencial, transmitido por Chilevisión, en un encuentro marcado por confrontaciones, estrategias cautelosas y primeras impresiones clave para la carrera electoral.

El debate comenzó con un cruce entre José Antonio Kast y Jeannette Jara, en torno a la polémica por la “red de bots” que ha dominado parte de la campaña. Franco Parisi también protagonizó momentos tensos, emplazando a Evelyn Matthei y cuestionando a Johannes Kaiser sobre su dieta parlamentaria mientras es candidato.

Figuras destacadas

Expertos coinciden en que Evelyn Matthei fue una de las mejor evaluadas. Eric Latorre, director de magíster en gobierno y dirección pública de la U. Autónoma, señaló que la candidata de Chile Vamos se mostró segura, empática y optimista, y supo responder ataques sin perder el tono positivo.

Harold Mayne-Nicholls, en su primer debate presidencial, también fue destacado por su postura conciliadora y razonable. Pablo Andrada, académico de la Universidad de La Serena, destacó que logró proyectarse como una opción distinta, confrontando a los extremos sin caer en la agresión.

Franco Parisi, por su parte, se mantuvo firme y respetuoso, buscando recuperar terreno frente a Matthei y reforzando su mensaje de mérito y oportunidad, coherente con su electorado.

Candidatos con desempeño débil

Jeannette Jara fue percibida como inestable y a veces confrontativa, especialmente en sus interacciones con Kaiser, mientras que Eduardo Artés se mantuvo en su línea tradicional, centrado en críticas al capitalismo y apelando a los pueblos originarios. José Antonio Kast mantuvo un estilo conservador, contenido, sin grandes momentos que destacaran, aunque sus intervenciones directas quedaron en la memoria. Marco Enríquez-Ominami fue catalogado como el que menos aprovechó el debate, comentando más que proponiendo.

Balance general

Analistas coinciden en que el debate sirvió como primer ejercicio de campaña, donde los candidatos mejor posicionados optaron por la cautela, evitando riesgos y confrontaciones fuertes. En contraste, quienes aparecían con menor respaldo aprovecharon la vitrina para ganar visibilidad. La excepción fue la dinámica entre Parisi y Matthei, que permitió a esta última mostrar su mejor desempeño de la jornada.

Aldo Cassinelli, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Autónoma, destacó que, pese a la sobriedad del formato, el debate cumplió su objetivo de contrastar visiones y propuestas sobre los problemas que enfrenta el país, dejando claro quiénes están dispuestos a arriesgar y quiénes se mantuvieron en su zona de confort.

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