John Koch, el periodista que ha documentado más de 100 ejecuciones en Florida

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John Koch, corresponsal radiofónico de 76 años, ha sido testigo de 105 ejecuciones en Florida a lo largo de 37 años. Su primera cobertura fue la ejecución en silla eléctrica del asesino en serie Ted Bundy en 1989, y la más reciente, la de Frank Athen Walls mediante inyección letal. Este año, Florida registró un récord de 19 ejecuciones, casi la mitad de las 47 realizadas en todo Estados Unidos.

Koch, quien cubrió la pena de muerte para la Florida News Network entre 1989 y 2022, ahora trabaja de manera independiente, desplazándose más de 100 kilómetros hasta la prisión estatal cerca de Starke, con un gasto promedio de 56,73 dólares por cada viaje. A pesar de que la cobertura de este tipo de noticias ha disminuido, Koch considera su labor más relevante que nunca.

“¿Por qué cubro ejecuciones? Porque soy bueno en mi trabajo y porque el verdadero problema es la falta de información en las comunidades, el embrutecimiento de la gente y la dependencia de las redes sociales”, afirma.

El aumento de ejecuciones en Florida se da tras modificaciones legales que permiten a los jurados recomendar la pena de muerte sin unanimidad y amplían los supuestos para su imposición, en un contexto nacional donde la pena capital ha retomado relevancia. Expertos sugieren que el impulso del gobernador Ron DeSantis está vinculado a su aspiración presidencial y a presiones de fiscales locales.

El incremento ha reavivado críticas de organizaciones de derechos civiles, que señalan irregularidades en los procesos judiciales y cuestionan la ejecución de personas con posibles discapacidades intelectuales, como en el caso de Walls.

Koch realiza despachos concisos, registrando minuto a minuto lo que ocurre durante la ejecución: la respiración, los movimientos, la intervención de funcionarios y religiosos. Su estilo preciso refleja medio siglo de experiencia en periodismo audiovisual. “Hay que poner las cosas en perspectiva y separar lo que se ve de la vida cotidiana”, explica.

A lo largo de su carrera, Koch ha desarrollado un acceso excepcional, gracias a relaciones con funcionarios penitenciarios, lo que le ha valido el apodo de “Doctor Muerte” entre sus colegas. Aunque evita expresar su postura sobre la pena de muerte en sus reportajes, mantiene un compromiso firme con documentar el proceso con objetividad.

Fuente: El País

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