Por Edson Báez

En comunicación política seguimos repitiendo fórmulas que
funcionaron antes, pero que hoy ya no mueven votos. Es momento de decirlo con
claridad: hay mitos que seguimos alimentando y que ya no conectan con la
ciudadanía.

Lo que ya no sirve

1.- El mensaje único

Durante décadas nos enseñaron que un solo eslogan, repetido
sin cesar, podía unificar a la gente. Eso funcionó en un país con tres canales
de televisión. Hoy, con miles de microaudiencias, un solo mensaje se diluye.

2.- Controlar la agenda

Los viejos manuales dicen que hay que dominar el tema de
conversación. La realidad: nadie controla el feed de TikTok o las cadenas de
WhatsApp. Al máximo, puedes modular, nunca controlar.

3.- El culto al discurso

Creer que un gran mitin o un discurso impecable en plaza
pública garantiza votos es otro error. La gente ya no se informa así. Pesa más un video de 20 segundos que emocione, que un speech de una hora.

4.- El mito del viral

La obsesión por “pegar un postazo” no construye campaña. La
viralidad es efímera. Lo que mueve intención de voto es la persistencia con
segmentación.

Por ejemplo: en Bolivia, los punteros Doria Medina y Tuto
Quiroga apostaron por discursos de siempre y debates formales; mientras tanto,
Rodrigo Paz creció en TikTok y en calle con narrativas ligeras y frescas. Resultado:
sorpresivo primer lugar en la Primera Vuelta.

Lo que sí necesitamos (La Nueva Comunicación
Política)

1.- Política en red, no en pirámide

Los políticos no son emisores únicos; hoy son nodos en una
red. Conectar con microinfluencers y comunidades es más efectivo que un
spot en prime time.

2.- Microaudiencias, macroestrategia

El reto es modular el mensaje para cada segmento sin perder
coherencia. Sheinbaum, por ejemplo, mantiene tres ejes (continuidad, resultados y mujeres), pero los adapta distinto para jóvenes, colonias populares o clase
media.

3.- Comunicación como experiencia

La gente ya no cree en el discurso, pero sí en lo que vive.
Un recorrido, una brigada, una gestión comunitaria documentada en video vale y mucho.

4.- Velocidad + autenticidad > perfección

Milei entendió algo clave: mejor diez videos caseros, inmediatos
y viscerales, que un spot perfecto. Claro que el spot también hay que armarlo para hablarle a otros públicos. 

5.- Narrativas líquidas

Bukele no se limita a un solo relato. Cambia de seguridad a
modernidad, de juventud a soberanía, según el contexto. La clave es tener ejes
inamovibles pero narrativas flexibles.

El nuevo marco: las 4C

La comunicación política del futuro debe regirse por cuatro
principios:

Conexión: no busques audiencia,
construye comunidad.

Coherencia: adapta el mensaje,
pero mantén los ejes.

Conversación: no solo hables,
responde y activa.

Constancia: comunicación ligera,
diaria y persistente.

En conclusión: La política ya no se gana con discursos o slogans repetidos
hasta el cansancio. Se gana con cercanía, flexibilidad y constancia en un
ecosistema de redes y comunidades. El que siga creyendo en “el mensaje único” o
en “controlar la agenda” está condenado a ser sorprendido en cualquier
elección.

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